abril 12, 2008

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Me encuentro al pie de una inmensa y ajada puerta de madera.
Con mano temblorosa me decido por fin a tocar... Guardia abre, me observa: mugroso, en harapos de pies a cabeza.
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- ¿Es esta la casa del escritor? - pregunto-.
- Así es.
- Yo soy escritor - le muestro mis cuadernos y una vieja pluma fuente de plástico -. ¿Podría usted darme asilo?
- Adelante.
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El guardían me conduce por una larga escalera en espiral, hasta la puerta que tiene el letrero "refugiados". Adelante, dice Guardia, pero siento que hay un error, pues dentro sólo existe un cuarto tan blanco que las aristas desaparecen. Doy vuelta, reclamo, pero todo lo que veo es al guardían vistiéndose una bata blanca; mientras, le dice a una hermosa mujer "lo sentimos, pero su esposo ha caído en un coma irreversible; la desición es suya" no lo entiendo.
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Alguien, en algún lugar, arroja una llave por el caño.
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a los mugrosos que fueron...

5 Comments:

Blogger dulcedehigo said...

Se a lo que te refieres.

abril 19, 2008 7:40 p.m.  
Blogger dulcedehigo said...

Se a lo que te refieres.

abril 19, 2008 7:40 p.m.  
Blogger Yussel Dardón said...

mientras nosea a los mugrosos que quedaron fuera...
un saludo tipo

abril 21, 2008 11:13 a.m.  
Blogger dulcedehigo said...

Dibujame un cordero.

mayo 20, 2008 2:34 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Tenías razón con lo de más o menos, una ecuación, certidumbre; he estado viendo eso en filosofía de la historia, me tienes que mostrar tus otras fórmulas, ¡anda, anda!
Je t'embrasse.

junio 13, 2008 2:14 a.m.  

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