enero 08, 2013

Una agonía

Un día salir de la casa de los padres y vagar sin rumbo,
con las manos fuera de los bolsillos construir caminos,
gastar las botas en lugares lejos de casa y desconocidos.

La soledad del camino es buena compañía desde siempre,
escogiendo bien cada paso andar sin mapas precisos,
trazando cada sendero recorrido en este buen mundo.

Como un ave silvestre cantar la alegría en cada esquina
con la libertad de quien lleva su nido en el corazón andar
porque gran recompensa es detenerse y disfrutar el canto propio

si la vida es agonía lograr que sea de lo más dulce ahora
pasando de la noche al nuevo día con el alma serena y clara
despertar respirando entero al sol de la fresca mañana.