mayo 11, 2014

Inventario de infancias

Es mi infancia recuerdo de canciones al alba
despertar cuando el cielo poco a poco aclaraba;
no podía irme a la escuela sin el fiel desayuno
del café con el pan y mis dos huevos duros.
Ya en la clase los juegos, las lecciones dudosas,
con los libros abiertos aprender tantas cosas
y al llegar por la tarde muy cansado a la casa
la tarea y los deberes antes de irse a la cama.
Con amor yo recuerdo los juguetes de entonces
aquel álbum de estampas, las carreras de coches;
luego fueron los libros compañeros de viaje
y así fue como el mundo me mostró su paisaje.
En historias y versos las palabras me hablaban
y me fui tras la lluvia con el alma mojada
a buscar esas tardes en que el cielo se enciende
y a esperar a la luna en las noches perennes.
Toda infancia es un sueño cuando el ansia despierta
sin aviso de pronto se termina la fiesta;
tardes van tardes vienen y la infancia se acaba,
la inocencia se pierde y se apaga la llama
de sentir en la sangre esas ansias del todo.
¿Y al final fue la infancia una perla en el lodo?
Sin saberlo llegamos al jardín prometido
con el paso del tiempo ese Edén se ha perdido.